domingo, 10 de enero de 2016

¿Qué es la Tercera España?


La transición democrática fue el resultado de un largo proceso en el que una serie de intelectuales, políticos y grupos sociales articularon un discurso que superando la división cainta de los españoles buscara puntos de encuentro que hicieran posible una sociedad abierta y plural. En muchos casos sufrieron la incomprensión de los suyos y de los que desde un espectro u otro no aceptaban que la única España posible y verdadera era la que aglutinase voluntades diversas, ideologías enfrentadas pero con la conciencia clara de pertenecer a una gran Nación, realidad histórica indiscutible, proyecto sugestivo de vida en común que hiciera de los españoles ciudadanos libres e iguales. La Constitución de 1978 con sus aciertos y errores materializó esa utopía por tanto tiempo perserguida. Este blog pretende ser un homenaje a los hombres y mujeres que desde un talante liberal han contribuido a hacer una España mejor y más habitable en un convulso siglo XX poco dado a entendimientos. Gregorio Marañón en sus Ensayos liberales definió con precisión qué entendía él por talante liberal:


"Ser liberal es, precisamente, estas dos cosas: primero, estar dispuesto a entenderse con el que piensa de otro modo; y segundo, no admitir jamás que el fin justifica los medios, sino que, por el contrario, son los medios los que justifican el fin. El liberalismo es, pues, una conducta y por lo tanto, es mucho más que una política. Y, como tal conducta, no requiere profesiones de fe sino ejercerla, de un modo natural, sin exhibirla ni ostentarla. Se debe ser liberal sin darse cuenta, como se es limpio, o como, por instinto, nos resistimos a mentir".



Que nadie espere, pues, encontrar aquí argumentos arrojadizos contra el adversario o proclamas partidarias. Los personajes y los grupos sociales aquí reseñados (socialistas, anarquistas, exiliados, falangistas, franquistas, liberales, monárquicos...) tuvieron en momentos difíciles altura de miras y pusieron su granito de arena en la edificación de una Tercera España que quería ser la de todos.

4 comentarios:

oscar de quinto garcia dijo...

compañero te veo muy productivo, lo cual me alegra. Te deseo lo mejor

Rafael Soto dijo...

Querido amigo:

He leído los artículos que has publicado en tu blog y no tengo por menos que felicitarte, por la sencillez que das a un pensamiento filosófico tan profundo y haces que profanos como yo vivamos tú sentir.
Rafael Soto

Luis dijo...

Creo que si alguien merece estar en "la Tercera España" es Luis Lucia, director durante muchos años del 'Diario de Valencia", líder del regionalismo católico valenciano, fundador, vicepresidente y número 2 de la CEDA, representante del sector más social y democrático de la CEDA, dos veces elegido diputado, ministro de Comunicaciones en 1935. Su "mitín de Mestalla" ostenta aún el récord como el acto de campaña electoral que más seguidores ha conseguido congregar nunca en España. Fiel en todo momento a la democracia y a la República, distanciado finalmente de Gil Robles, en mayo del 36 intentó junto a Indalecio Prieto formar un gobierno de concentración nacional que evitase la insurrección militar. El 18 de julio de 1936 envió un telegrama a las autoridades diciendo que él y su partido apoyaban al legítimo gobierno republicano. Dicho telegrama fue leído numerosas veces a lo largo del día por las radios gubernamentales, para mostrar que no todas las derechas apoyaban la sublevación militar. Al iniciarse la guerra se esconde de los milicianos, pero comunica al gobernador civil de valencia el lugar donde se encuentra. Detenido por los milicianos, pasó dos años y medio en la cárcel republicana y cuando la concesión del suplicatorio hacía prever una inminente condena y más que probable ejecución, fue liberado por un comando quintacolumnista. Pocos días después entran las tropas de Franco en Barcelona, le detienen y le condenan a muerte en juicio sumarísimo, en un juicio que debía haber sido secreto. La condena no llegó a ejecutarse porque una filtración permitió enterarse al Arzobispo de Valencia que solicitó inmediatamente de Franco el indulto, quien conmutó la pena de muerte por la cadena perpetua. Pasó otros dos años y medio en la cárcel Modelo, la misma cárcel y el mismo tiempo que había estado encerrado con la República. Finalmente fue confinado en Mallorca, pero expulsado del Colegio de Abogados le fue imposible ejercer profesión alguna y ganarse la vida. Al poco, un cáncer de páncreas le convirtió en enfermo terminal y se le autorizó a ir a morir a Valencia. Tenía 54 años. Su libro "En estas horas de transición" redactado en 1930-31 es un ejemplo de lucidez política y más tarde en la cárcel escribió "Salterio de mis horas" donde dejó reflejada su dura experiencia carcelaria vivida con notable religiosidad. Hace algunos años se públicó su biografía "En el filo de la navaja", escrita por Vicente Comes y presentada en Madrid por Paul Preston que declaró Lucia era un claro representante de la tercera España, como ya había señalado en su libro sobre este tema (pero cuando publicó su libro, el trabajo sobre Lucia no estaba aún publicado y Preston careció de la información necesaria para incluirle entre las nueve biografías escogidas). Aún hoy Lucia sigue siendo víctima de las dos Españas, pues ni unos ni otros están interesados en reivindicar su figura. Los de izquierdas, porque históricamente no les corresponde, y los de derechas porque se sienten herederos de quienes le condenaron a muerte. Firmado: Luis Sols, profesor de Historia y nieto de Luis Lucia.

Murbiter dijo...

Que gran labor la de reseñar a todos aquellos que buscaron la reconciliación y la unión por encima de las ideologías y el enfrentamiento, un gran ejemplo par los tiempos que corren, esto si que es memoria histórica. Gracias