martes, 2 de febrero de 2016

Melchor Rodríguez "El ángel rojo"


Madrid, noviembre de 1936. Miles de reclusos son trasladados de las cárceles madrileñas a las afueras de la capital para ser fusilados. Son las tristemente famosas sacas. Con este siniestro procedimiento fueron asesinados un importante contingente de presos sospechosos de haber colaborado con el bando franquista, muchos de ellos sin haber sido juzgados. Estas matanzas de la que queda constancia física en el cementerio de Paracuellos del Jarama van a ser frenadas con la llegada a la Dirección de Prisiones del anarquista Melchor Rodríguez. Sevillano de Triana, de familia muy humilde, intentó salir de la miseria lanzándose a los ruedos de los que salió malparado con una cornada. Ya en Madrid trabaja como chapista y se afilia a la CNT. Sus profundas convicciones humanistas le llevan a emprender una lucha a favor de los derechos de los presos, incluso de los presos de ideologías contrarias, lo que le hace merecedor de encontrarse tras las rejas en multitud de ocasiones a lo largo de la Monarquía e incluso durante la República.



Estalla la Guerra Civil y es nombrado director general de prisiones el 10 de noviembre de 1936. Al comprobar la impunidad y la barbarie con la que actuaban en las cárceles los comunistas -Santiago Carrillo y Serrano Poncela entre ellos- dimitirá pocos días después. Su margen de actuación era aún muy reducido para detener estas atrocidades. Enterado el Ministro de Justicia del Gobierno republicano, el también anarquista García Oliver, de las presiones a las que se vio sometido Melchor Rodríguez por parte de los comunistas, lo nombró el 4 de diciembre Delegado General de Prisiones en Madrid con plenos poderes. Los tres meses en los que las cárceles de las ciudad de Madrid estruvieron bajo su control terminaron las matanzas en masa. Para conseguir esto objetivo Melchor Rodríguez tomó una serie de medidas como la implantación de una norma según la cual quedaba prohibida sin su autorización la salida de presos de las cárceles entre las 7 de la tarde y las 7 de la mañana. Esta orden supuso en buena medida el fin de los paseos nocturnos. Las cárceles dejan de ser una pesadilla para convertirse en un lugar seguro en medio de la masacare de la guerra. Uno de los hechos más memorables que nos dice mucho de su valentía y humanidad fue su decisiva intervención en la prisión de Alcalá de Henares impidiendo que decenas de milicianos encolerizados lincharan a los presos, en respuesta al bombardeo al que las tropas franquistas habían sometido el campo de aviación de la ciudad. Los milicianos se presentaron armados en el despacho del director de la prisión exigiéndole que abriese las celdas para ejecutar la venganza. Melchor Rodríguez se desplazó hasta la localidad, se enfrentó con los milicianos, dando incluso la orden de proporcionar armas a los reclusos en caso de que los asaltantes persistiesens en su actitud, y finalmente salvó la vida de cientos de presos. Pero el nuevo gobierno de Juan Negrín, títere de los comunistas, tenía como objetivo continuar con la política represiva y Melchor Rodrígjuez sobraba. Es destituido el 1 de marzo de 1937. Volvieron las matanzas y ajusticiamientos sin garantías jurídicas.



Apenas había durado tres meses en el cargo , pero ese tiempo había bastado para salvar miles de vidas. El apelativo cariñoso de "ángel rojo" se lo otorgaron algunos de las personas que le debieron la vida y que posteriormente dieron público testimonio de su humanitarismo, entre otros, los militares Agustín Muñoz Grandes y Valentín Galarza, los falangistas Raimundo Fernández Cuesta y Rafael Sánchez Mazas -el protagonista de Soldados de Salamina-, el famoso futbolista Ricardo Zamora, los hermanos Luca de Tena o los futuros ministros Martín Artajo y Serrano Súñer. Como anécdota hay que recordar que en 1938 se jugó la vida por permitir que en el funeral del dramaturgo Serafín Álvarez Quintero, al que con anterioridad salvó la vida, se exhibiera un crucifijo, cumpliendo así su última voluntad. Fue el único crucifijo que se exhibió en público en el llamado Madrid rojo. Muchos de sus correligionarios no entendían en medio del odio generado en una guerra fraticida sus firmes principios, el primero de los cuales era el respeto que merece toda vida humana. Nombrado por el general Casado último alcalde del Madrid republicano fue el encargado de traspasar los poderes a los franquistas el 28 de marzo de 1939. Cuando los que se autoerigían en defensores del pueblo huyeron abandonando a su suerte a los republicanos en Madrid, personajes como Melchor Rodríguez, Casado o Julián Besteiro resistieron con su pueblo y hoy pocos los conocen o recuerdan.



Termina la Guerra Civil y a pesar de haber salvado la vida de tantos, el dictador fue implacable con "el ángel rojo". Nada pudieron hacer por él los que tanto le estaban agradecidos. Incluso en el juicio la defensa argumentó que se había comportado dando muestras de cualidades genuinamente cristianas. Rodríguez insistió en que no era cristiano sino anarquista y que se había comportado como tal. Seis años de cárcel para un hombre que tanto hizo por la dignidad de los presos no lograron hacerle desistir de aquello por lo que luchó. Al salir prisión, vivió modestamente como empleado de seguros, rechazando toda ayuda económica. En 1956, el falangista José Antonio Girón de Velasco le dedicaría un libro denominándole "vanguardista infatigable en la batalla por la Justicia y por la Libertad del Hombre". Tras sufrir un aparatoso desmayo en su humilde casa madrileña fue trastalado al hospital Franscisco Franco. No tardó su amigo y entonces ministro Javier Martín Artajo, al que le había salvado la vida en 1937, en hacer acto de presencia. Cuando Melchor recobró la lucidez charlaron largo rato. Artajo llevaba una corbata en la que lucían los colores anarquistas y también un crucifijo. Al final de la conversación, el "ángel rojo" besó el crucifijo.




Murió en 1973. Su emotivo y sencillo entierro congregó a gentes de muy diversas tendencias ideológica y trayectorias vitales encontradas. Todos querían tributar un merecido homenaje a un buen hombre que pasó por el mundo haciendo el bien y que ahora póstumamente recogía todo el cariño que él había sembrado en vida. La presencia de ministros, anarquistas, jerarcas del régimen, ex-presos de varias ideologías y supervivientes de las cárceles del 36, estaba propiciando, como después ocurriría con el entierro de Dionisio Ridruejo, un ambiente favorable al entendimiento entre españoles que hiciera posible la transición democrática. Sobre su ataúd cubierto con la bandera anarquista y con un crucifijo, se rezó un Padrenuestro y en plena dictadura un grupo de falangistas auténticos, opuestos a Franco, unieron sus voces a los anarquistas y entonaron el himno anarquista "Negras tormentas agitan los aires..." Como ya comentamos más arriba, Melchor Rodríguez había conseguido en vida que un cricifijo se exhibiese públicamente por primera y última vez en el Madrid rojo y ahora muerto hizo posible que la bandera y el himno anarquista se viesen y oyesen también por vez primera públicamente en el Madrid franquista.
Hoy treinta y cinco años después de su muerte, en plena efervescencia de la llamada Memoria Histórica, no hay en Madrid ni Sevilla una sola calle que lo recuerde, si bien está en marcha una iniciativa popular para que los Ayuntamientos de Madrid y Sevilla remedien esta injusticia histórica. Pero nosotros lo hacemos aquí ciudadano con todo derecho de la Tercera España pues su vida fue un ejemplo de entendimiento entre españoles. Cuando aún resuenan las balas del terrorismo etarra en nuestra Patria, recordemos aquí las palabras de un hombre que presenció cómo los españoles se mataban y él expuso su vida en varias ocasiones por evitarlo:

7 comentarios:

Juanra dijo...

Gracias por rescatar del olvido la figura de tan insigne personaje. Haré una referencia en www.cordobesesporlalibertad.org
Un saludo

jorma valde dijo...

Había oído hablar de el. Me alegra siempre encontrar personas de esa Tercera España, que murieron como vivieron, con dignidad. Gracias a personas como el, la magnitud de la tragedia no fue mayor en aquellos aciagos días. Espero que esa injusticia sea subsanada algún día . Desde mi sentir de " falangista autentico" y sin pretender molestar a nadie .
¡ Melchor Rodriguez ! ¡¡Presente!!

José Antonio Márquez Gallegos dijo...

Atrocidades all inicio de la guerra hubo por ambos bandos, no obstante esos crimenes a los que haces referencia, no se hubiesen producido, por supuesto sin llegar a justificarlos, si unos rebeldes no se hubiesen levantado en armas contra la ... legalidad de la República.Los vencedores de la contienda, no perdonaron, no usaron su piedad cristiana para con los vencidos, al contrario rindieron honores a sus víctimas durante más de 40 años, dedicándoles monumentos y mausoleos. Otros españoles aún andan perdidos por las cunetas.

DESCUBIERTAS NUEVE FOSAS COMUNES DE REPRESALIADOS

Los cuerpos están ocultos bajo los enterramientos normales.La pruebas de ADN logran identificar los tres primeros restos.

AGUILAR DE LA FRONTERA LA ASOCIACION AREMEHISA HA EXHUMADO YA MAS DE 50 CADAVERES.

Diario Córdoba/José Sierra/02-08-2010

La aparición de nuevas fosas comunes y de un inesperado número de cuerpos de represaliados ha obligado a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (Aremehisa) a reorganizar los trabajos de exhumación que viene desarrollando desde mayo en el cementerio de Aguilar de la Frontera y a prorrogarlos en el tiempo, dividiéndolos en dos fases. En la primera de ellas, que abarcará hasta la llegada del otoño, se excavarán las nueve fosas comunes encontradas en la zona próxima a la entrada del cementerio. De estas nueve fosas, descubiertas gracias a un estudio de planimetría y al análisis comparativo entre la antigua y la moderna distribución de enterramientos de la zona noroeste, han sido ya exhumados más de 50 cuerpos, cuando solo esperaban encontrar 10 ó 12.

Según señala Rafael Espino, presidente de Aremehisa, "los cuerpos de estas personas, asesinadas brutalmente a finales de julio o principios de agosto de 1936, fueron ocultados bajo enterramientos civiles en una zona muy angosta, lo que está haciendo muy difícil la intervención de los técnicos". Al parecer, la mayoría de los cadáveres presentan síntomas evidentes de violencia física como manos atadas, tiros en la nuca o de haber sido quemados y, posteriormente, trasladados en sacos. De los cuerpos encontrados hasta ahora tan solo tres son mujeres.

De la identificación se está encargando un antropólogo forense y de la pruebas de ADN un técnico de un laboratorio sevillano. Las pruebas de ADN hechas en junio a los tres primeros cuerpos extraídos y a sus familiares han resultado positivas, por lo que Aremehisa les entregará los restos en un acto que se celebrará el próximo 20 de agosto.

La segunda fase de esta intervención, prevista para la primavera del 2011, acometerá la excavación de algunas de las ocho fosas comunes de la explanada del fondo del cementerio, junto a la tapia. Los 70 u 80 cuerpos que se esperan encontrar en esta zona se encuentran mezclados con los enterramientos de caridad o beneficencia del primer tercio del siglo XX. En cada fosa podrían encontrarse entre 150 y 200 personas. Aunque la exhumación está prevista para el 2011, los técnicos ya estudian cuáles son las fosas con más probabilidad de contener los cuerpos de los represalidados.

Espino se muestra muy satisfecho de la evolución de los trabajos, del equipo técnico y de los 64 voluntarios que colaboran en las exhumaciones. Durante estos tres meses doce nuevas familias han contactado con la asociación a través del punto de información permanente.

Fernando Alvarez Jurado dijo...

Por supuesto que hubo atrocidades por ambos bandos y no me parece lo más oportuno para la convivencia nacional echar los muertos los unos a los otros sino destacar y valorar personalidades como Melchor Rodríguez que perteneciendo a un bando no consintió las barbaridades que cometían sus compañeros de viaje. También hubo personajes en el bando franquista que denunciaron la deriva del incipiente régimen franquista como, entre otros, Dionisio Ridruejo o Hedila, ambos represaliados por el régimen. En cuanto a tu frase... "no obstante esos crimenes a los que haces referencia, no se hubiesen producido, por supuesto sin llegar a justificarlos, si unos rebeldes no se hubiesen levantado en armas contra la ... legalidad de la República", me parece muy desafortunada. Por supuesto que con tu argumentación se puede llegar a justificar o al menos a entender la barbarie. Los crímenes son crímenes y las víctimas, víctimas y punto. ¿Cómo explicas, si no, la represión dentro de la propia zona republicana contra los anarquistas y militantes del POUM en Cataluña, tema estudiado César Alcalá?
Te recomiendo la lectura del libro de José María Zavala "Los horrores de la guerra civil" en el que se documentan asesinatos por ambos bandos y llega un momento en que no distingues a los verdugos pues igual de nefandos son sus crímenes. En cuanto al argumento del levantamiento contra la legalidad republicana, me parece más que demostrado que los primeron que se levantaron contra la República fueron las izquierdas en la revolución de Asturias.Te dejo este enlace en el que se recogen incendiarias frases de Largo Caballero que son de todo menos democráticas. Los intelectuales que propiciaron con su compromiso la llegada de la República -Pérez de Ayala, Gregorio Marañón y Ortega y Gasset-terminaron denunciando la deriva antidemocrática del régimen republicano. Recerda la famosa frase de Ortega "no es esto, no es esto". Cuando quieras te detallo las obras en las que se recogen dichas denuncias.
Finalmente, defiendo, como no podía ser de otra manera, el derecho de las familias a enterrar y localizar a sus muertos, pero utilizar esta justa y humana reivindicación para resucitar el espíritu guerracivilista felizmente superado en la transición no creo que favorezca la reconciliación y la altura de miras necesarias para construir una España unida, democrática y libre de ataduras cainitas. El artículo con el que comencé la andadura de mi blog LA TERCERA ESPAÑA creo que resume mi planteamiento http://laterceraesp.blogspot.com/2008/06/qu-es-la-tercera-espaa.html

Anónimo dijo...

¡Esos anarquistas vilipendiados!...por la historiografía franquista y la "liberal-comunista" (que denomina Noam Chosmsky). Entre ellos, como humanos que son, hubo de todo. Pero que duda cabe que los ejemplos se multiplican y se multiplican en relación al humanismo, la solidaridad, la resistencia...la coherencia. Otros personajes singulares de la CNT: Juan Peiró, Cipriano Mera, Sánchez Rosa, Pedro Vallina...y multitud de anónimos, gentes del pueblo, como el Comandante Chimeno de Posadas (Silillos)

Tet37 dijo...

... ¡¡¡ GRANDE !!! Melchor

Anónimo dijo...

Grande Melchor